Hay una nueva parrillada en Pueblo Norte, que hacen el asado de manera campera. Ya la habíamos detectado, pero se vé que nuestros amigos también. Así que Gonzalo se anotó primero para ir con nosotros y luego otra pareja amiga, Jose y Waldemar.
Mientras esperábamos, pues fuimos temprano a fin de reservarnos la mesa para cinco, cayó primero Gonzalo.
Y allí nos dijo viperinamente que esperaba que Waldemar no se peleara con el mozo, pues luego de su vida en Alemania, exige que lo traten como en Colonia.
Y no se equivocaba, porque nos pasó una vez que fuimos a otra parrillada.
Pero se ve que su beligerancia se limita a lugares donde cobran caro, porque por más que el mozo que nos atendía estaba desbordado, no se quejó. Yo pedí lechón y la porción era más que generosa.
Allí me desayuné con que Gustavo no tiene ganas de ir mañana al boliche. Porque pasado mañana vienen con barril de Cerveza Santa Fe por casa, y aunque odio la idea, es real que debo estar vivo cerca de las diez de la mañana.
Así que este sábado nadaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!
Volvimos temprano, dentro de mí ardía la lenta llama del enojo, Gustavo estaba completamente dormido, le prendí el aire y cayó desmayado.
Yo me puse a acomodar mi música y por ende me quedé hasta tarde.
Mientras escribo este post no logro concentrarme. Hay un morocho que esta podando un árbol que esta divino, soy puro ojos!!!!!!! Je, je, je!!!!!!!!
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