martes, 5 de febrero de 2008

FIESTAS MAYAS 3


Cuando aún resonaban los ecos del clamoroso cumpleaños de Gustavo, Gorditus nos pidió hacer el de Carlos, su novio importado de la ciudad más Austral.
Conocer a Carlos fue una grata experiencia para Gustavo y para mí, y para todo el grupo, creo.
Gorditus es un buen muchacho, pero se demoró mucho en aclarar las cosas y cuando lo hizo fue como que explotó. Salió del closet espectacularmente y para el lado de los tomates. Esa fiebre por decirle a todo el mundo que es gay nos hizo temer a nosotros.
Porque nuestra política de pareja es no regalar información a nadie de fuera de nuestro círculo íntimo, y no deseamos ser exaltados como modelo de pareja (mucho menos en el Pueblo!!), para nada.
Desde allí sus relaciones fueron conflictivas y finalizaron mal. Y no podíamos dejar de lamentarlo.
Hasta que salió con que del chat había conocido a un muchacho de la ciudad Mas Austral y que se iba a venir (¿???????)
Así que, sin decir nada, y sin creerle demasiado, esperamos con inocultable curiosidad la aparición del supuesto Romeo.
Y de repente, ¡Sorpresa! La cuestión se hizo realidad!!!!!
Apareció Carlos y nos lo presentó. Un buen muchacho, interesante, trabajador, en fin, con todas las virtudes necesarias.
Trabaja en una planta industrial allá. A todos nos cayo bien. Y nos alegramos por Gorditus.
Así que cuando me dijo de hacer un asado en casa, por supuesto que le dije que sí. El asado es mi plato favorito, el asador cubierto está separado tan solo por una puerta del salón de mi casa.
Por lo tanto me ofrecí para todo, yo compraría el asado, luego dividíamos gastos (astuta estrategia para evitar que me traigan carnes para asar que luego solo sirven para tirar con la gomera, o cuando las vas a pinchar se te dobla el tenedor)
Como Julián y Darío así como Adolfo y Martín no podían venir, opté por invitar a Ramiro y Nahuel, una pareja conocida, que se la pasan de viaje.
Ricardo y Edgardo lo habían traído a Gonzalo.
Todo iba de diez, el asado muy bueno y abundante, Gonzalo que me ayudaba en todo, hasta que Ramiro abrió la boca.
Yo me reía para adentro.
Ramiro y Nahuel son una pareja abierta. Esto es que se dan libertad para hacer cosas con otros.
Y para Gustavo eso no va, así que para su horror cuando comenzó a contar las cosas que hacía Ramiro yo veía que en la cara de Gustavo ardía la lenta llama del enojo. Pero se quedó calladito. (Lo voy civilizando, je, je).
Así luego de comer la torta que había hecho Gorditus con banana, (nunca había comido una torta que tuviera banana dentro, y la verdad que estaba buena) y brindar con los espumantes de fresa y Champagne llegó a su fin la fiesta de Carlos.
Ni bien partió Ramiro, Gustavo, como una vieja comadre alterada, comenzó a despotricar contra el libertinaje de ese muchacho, ante mis carcajadas, que ahora no tenía que reprimir.
Así que le dije que eso eran cosas de vieja, que se dejara de joder, que cada cual arma la pareja como quiere, y que ellos hacían por derecha lo que muchos OTROS, que el consideraba mucho, hacían por Izquierda.
Un nuevo capítulo de educar a la pareja. La labor docente nunca termina, para los que como yo muchas veces agarran el camino de la izquierda!!!!!

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