jueves, 14 de febrero de 2008

SAN VALENTIN


El descubrimiento del Amor es algo que realmente trasciende todo lo imaginable. Cada cual lo vive en un momento determinado y particular, o quizás no lo vive nunca.
Hay quienes lo viven con su pareja y ello los acompaña en el tiempo, hay quienes lo han vivido en un momento, fugaz o no, hay quienes lo viven con la vida, sin haber encontrado su mitad aún.
La faz comercial no es lo que me interesa, pero sí valoro el hecho de recordar y conmemorar fechas, eso nos pone un hito, nos hacer frenar un segundo y mirar. De allí sale siempre un momento de comprensión y balance.
Y el Amor no conoce de etiquetas, no existe un Amor gay y un Amor hetero, el Amor es Amor, pura y simplemente, independientemente de lo que opinen los dogmáticos. El Amor vale para todos y SIEMPRE es algo tan maravilloso como una rama llena de flores en primavera.
Mi propia experiencia fue arrolladora y curiosa. Luego de haberme blindado contra el Amor, para evitar que me hiciera perder el control, cosa que padecimos en mi generación gay, inicié mi relación con Gustavo.
No fue un Amor a primera vista, no sonaron campanas.
Mi muro defensivo contra los sentimientos era un bastión inexpugnable.
Había algo, en eso de salir, de vernos una vez por semana y dar rienda suelta a nuestra irreprimible atracción sexual, que iba minando las murallas.
Yo creía falsamente estar enamorado, y opinaba que el Amor era algo común, nada espectacular.
Y, cuando la crisis por mis aventuras de toda índole, nos fue llevando a una creciente convivencia, fue el cambio.
Fue como si toda mi necesidad de dar cariño hiciera explotar el dique de mi contención y ese torrente incontenible me llevó al paraíso. La crisis hizo detonar la muralla.
Y todo lo que siguió fue increíble, inenarrable, impensado.
Fue un florecer del alma.
Fue el comienzo de un camino.
Es un continuo alcanzar las metas en común.
Nos llevó por caminos no soñados.
Nos unió, nos une, nos mantiene.
La pasión que inflamó arde con fuerza,
su efervescencia no ha decaído,
cuando la rutina la atempera,
la hacemos revivir con más combustible.
Y esto último sorprende a propios y extraños.
Porque luego de dieciséis años de pareja, y de diecisiete de conocernos, la atracción no ha decaído.
Eso es lo que puede el Amor, si es alimentado.
Porque el Amor se construye.
Porque todos somos distintos.
Y el Amor es ir tendiendo puentes
puentes que salvan las diferencias
y que a la vez unen ambas puntas.
Donde los dos conceden
y se empeñan en la obra
que a la vez los conecta.
Día a día, momento a momento,
ayudando al otro, atendiéndolo
estando pendiente de él
demostrándole que uno lo quiere
que a uno le gusta
que lo necesita
para darle todo de sí
para recibir todo de él
porque al final de cuentas
uno sin darse cuenta
se ha unido al otro
y ya no son dos
sino uno.

Este post lo dedico a Gustavo, mi media naranja, la luz de mis días.
Y en memoria de quienes, de una manera entrañable, me enseñaron lo que era un Amor compañero y cortes: ellos eran mis tíos abuelos:
Stella y Honorio
Un matrimonio que se casó ya de grande el mismo año que mis viejos, y de los cuales aprendí lo bello y lo bueno de la vida de dos personas juntas:
A partir de los pequeños detalles:
El le corría la silla, ella le preparaba un té, él le preguntaba como se sentía, ella le consultaba que hacer, el la invitaba a tomar un te a una confitería, ella le traía para cenar lo que a él le gustaba, él la llevaba a pasear al centro, él la cuidaba, ella lo cuidaba, todo siempre con el mejor sentimiento y siempre con una sonrisa mesurada en el rostro.
Vivían en un departamento en pleno centro de Rosario. Realmente yo ansiaba ir a visitarlos, y cuando íbamos a esa ciudad nunca dejaba de hacerme una escapada al centro para estar con ellos.
Daba placer de verlos, edificaron mi alma, me enseñaron, y quizá no siendo más que una pálida sombra de ellos, pude al menos en parte aplicar esas enseñanzas de Amor, de cariño y de atención.

2 comentarios:

Luckitas dijo...

Rosarinos tenian q ser... somos una estirpe diferente... somos algo asi como q se yo... vos me entendes...??? jaaaaaaaa... chauuuuuuuu...!!!

PABLORE dijo...

EN ESO TE DOY LA RAZÓN. AUNQUE NO NACIERON EN ROSARIO VIVIERON ALLÍ,JE!