martes, 27 de enero de 2009

LOS REYES DE LA MALA MENTALIDAD


Este post va para aquellos que sostienen esa falsa moral que quiere señalarnos lo que está bien y lo que está mal, que nos dicen a qué edad debemos tener sexo y ASPIRAN A INDICARNOS CON QUIEN DEBEMOS TENERLO.
Me sedujo la letra de esta canción de Joan Manuel Serrat: Los Macarras de la Moral.
Es muy buena, pero tiene una cantidad de giros que he buscado en google para traducirles a quienes no somos de España, pese a los giros tiene MERITOS UNICOS!!
Macarra: rufián
Calabobos: equivale a nuestro cazabobos (trampa para los tontos)
Jindama: miedo pavor
Canguelo: sería el que se caga por miedo
Chulapo: rufián
Gazapo: mentira, embuste
NO SON TANTOS LOS SIGNIFICADOS! VAYA LA LETRA Y AL COSTADO NO LO TENGO A SERRAT EN IMAGEN PERO ESTAN LOS POLITICOS, ASI ADEMAS DE ESCUCHARLO UNO SE PUEDE REIR UN POCO!!!
Vaya pues la Letra:

Sin prisa pero sin pausa,
como el "calabobos",
desde las más tierna infancia preparan el cebo:
«Si no te comes la sopa te llevará el coco...»
«Los tocamientos impuros te dejarán ciego...».
Y te acosan de por vida azuzando el miedo,
pescando en el río turbio del pecado y la virtud,
vendiendo gato por liebre a costa de un credo
que fabrica platos rotos que acabas pagando tú.

Son la salsa de la farsa.
El meollo, del mal rollo.
La mecha de la sospecha.
La llama de la jindama.
Son el alma de la alarma,
del recelo y del canguelo.
Los chulapos del gazapo.
Los macarras de la moral.

Anunciando apocalipsis van de salvadores
y si les dejas te pierdes infaliblemente.
Manipulan nuestros sueños y nuestros temores,
sabedores de que el miedo nunca es inocente.
Hay que seguirlas a ciegas y serles devoto.
Creerles a pies juntillas y darles la razón
que: «El que no se quede quieto no sale en la foto...»
«Quien se sale del rebaño, destierro y excomunión».

Son la salsa de la farsa.
El meollo, del mal rollo.
La mecha de la sospecha.
La llama de la jindama.
Son el alma de la alarma,
del recelo y del canguelo.
Los chulapos del gazapo.
Los macarras de la moral.

Sin prisa pero sin pausa, esos carcamales
organizan sus cruzadas contra el hombre libre
más o menos responsable de todos los males
porque piensan por su cuenta. Sueñan y lo dicen.
Si no fueran tan temibles nos darían risa.
Si no fueran tan dañinos nos darían lástima.
Porque como los fantasmas, sin pausa y sin prisa,
no son nada si les quitas la sábana.

Son la salsa de la farsa.
El meollo, del mal rollo.
La mecha de la sospecha.
La llama de la jindama.
Son el alma de la alarma,
del recelo y del canguelo.
Los chulapos del gazapo.
Los macarras de la moral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo no dejo seguirme por nada, muchos me dicen:

¿Y tú qué eres?

Y yo... yo soy yo.

No tengo una cultura por seguir ni una influencia para manejar simplemente, yo mismo me construyo bajo mis parámetros.

Lo que está bien lo sé y lo que está mal también, seria tonto seguir una canción.