jueves, 15 de enero de 2009

CONVERSACIONES CON DARIO


De mis amigos Darío es con quien más confianza tengo. Somos algo así como la válvula de escape del otro, nos contamos todo, y en mi caso es un fuerte reaseguro.
Para quienes salen de aventuras va este consejo: siempre alguien debe saber medianamente por donde andan, es una cuestión de seguridad. Mi confidente es Darío.
Como ya sabrán yo soy bastante aventurero. Me gustan los hombres, en particular los morochos, delgados y muy varoniles que abundan en esta ciudad, que son siempre materia bien dispuesta para pasarla bien.
En cambio Darío es más calmo.
Hoy entraba en Santa Fe y me llega una invitación de Darío a tomar café.
Yo llevo a Gustavo una hora antes de que yo entre a trabajar. Por eso es habitual que esa hora o me vaya al ciber o aproveche para cargar gas u otras cuestiones.
Así que me fui a tomar el desayuno.
Con mi amigo mariconeamos y nos decimos de todo, cosa que con otros no podemos hacer. El no tiene pelos en la lengua: el otro día me decía:
-¡Seguí, seguí en la tuya, que cuando te estén sepultando yo solo voy a llevar una flor y cuando la arroje voy a decir: "siempre fue así, murió en su ley"-
para referirse a mi adicción a los levantes callejeros.
O la otra vez:
-¡Dale nomás, seguí jugando y dándole para adelante, que el salir con menores está penado por la ley! ¡Después no me busques pidiendo ayuda!- refiriéndose a una vez que yo salía con un vaguito que no estaba seguro si había cumplido los 18
Obvio que yo no me quedaba callado y le retrucaba un día que presumía de su fidelidad:
-¡Vos querida, porque no te dan bola ni los gatos! Además que podés hacer vos, si Julián -su pareja- te dá con saña, te da con todo cada vez que te agarra como para que no te queden ganas ni resto para meterle los cuernos, te deja al rojo vivo!
le respondía yo.
Sin contar cuando usamos el argot de la película Esperando la Carroza, como el clásico:
- ¡Ser vos! ¡Ser vos quien me dice eso!-
Así que entre esas agarradas de gatas que se clavan las uñas, nos entretenemos y nos ayudamos, así fui yo quien le insistió que comprara la computadora por ese plan tan conveniente y quien la, mejor lo, asesora indicándole como hacer como avanzar en el manejo de programas siempre desde el punto de vista del uso, de lo práctico.
Basta un café, o nos juntamos a comer, siempre la sobremesa gira en nuestra conversación, y últimamente gracias al contacto telefónico.
Darío fue muy importante en 1998 cuando mi pareja se consolidaba a los seis años de funcionamiento, y yo fui importante ese año cuando el inició una nueva relación de pareja.
Aprendimos a vivir solos, aprendimos a vivir en pareja, sufrimos los efectos de una crisis, pero salimos adelante, ambas parejas.
Gustavo presume complicidad con Darío, pero la verdad es que el puede saber, pero no encaramos aventuras juntos desde hace años. Y jamás pasó nada entre nosotros.
Pero conservamos la confianza, la diversión, son memorables las conversaciones telefónicas donde nos decimos de todo, pero estamos al tanto de todo lo que le pasa al otro.
Hoy fue un día de esos, donde dos amigos se juntan, se ríen, mariconean, se clavan las uñas, pero se divierten y comparten esa faceta de la vida que es la amistad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dos amigos si que mariconean juntos, porque son amigos!!!

Como lo has leido en mi blog y lo que me ha pasado, también he andado con unas locas enteras, pero en eso está la amistad en divertirte de la forma que sea.

El café siempre es una gran opción, clavar las uñas... Así o más gays!!!

:)

De esa forma más nos conocemos.

Anónimo dijo...

Que cosa q no puedo hacer es amigos...!!! no tengo a nadie de confianza para mariconear sin haber pasado antes x la cama... xq sere asi...??? mis mejores amigos son tmb mis mejores compañeros de cama... pense q me iba a salir bien con el Matius pero al paso q vamos... jeeeeeee... chauuuuuuuu...!!!

PABLORE dijo...

Tengo otro amigo que luego mencionaré, la Lola, que pasó por mi cama.
Yo creo en la amistad luego del sexo!!!!
Y es cierto Nemo, los que somos amigos amigos, mariconeamos, nos r eímos y la pasamos re bien!!!

Gustavo dijo...

Faah, que bueno eso. Mi amigo (digo esto porque es medio bruto y no le gustan los blogs) no es tan amigo, lo tengo por eso de decir “mi mejor amigo gay”. El debe pensar lo mismo. Es aburrido, monotemático, conservador y a la vez contradictorio. Salía con el profe más lindo de la facultad... creo que por eso me hice amigo suyo. Y gracias a dios, nunca pasé por eso de mirarlo de una manera que no sea con “ojos de amigos”. Es como te gustan a vos (exactamente lo contrario a mi): flaco muy flaco, morochín, tirando a masculino... ¡no se pone cremas y se afeita mal!