LA LOLA 1

Y como una cosa lleva a la otra no pude dejar de rememorar a mi célebre amiga La Lola.
Pongo una imagen de Emmeth pues, si bien no son parecidos, la Lola tiene una serie de características similares.
Lo conocí una noche en que iba en auto por la costanera, que no es zona de yire como decimos aquí al levante o ligue. Pero uno va siempre alerta en el auto y no se me escapó, pues tiene un buen cuerpo.
Pues bien, bajo del auto y conversamos.
Y aquí la primera cuestión, mariconeaba al hablar, pero no del modo chocante, sino muy divertido, sumado al tenerlo cerca y ver que realmente tenía buen físico generó el deseo en mí. No hacía demasiado que tenía mis aventuras como activo, y era buen programa, así que nos fuimos a un motel, donde, como era gay, la pasamos muy bien con besos, abrazos, peteadas, hasta que lo penetré y lo hice gozar bien.
Yo nunca había mariconeado ni tirado plumas, ni me gustaban las mariquitas, pero la Lola cambió eso.
La segunda vez me propuso que fueramos de levante los dos. La idea me pareció brillante, así que partimos con el auto. El levantó un peladito interesante, yo un morocho horripilante pero bien formado y nos fuimos al motel.
Su colega no la iba con estar cuatro en una pieza, pero el morocho a mí me la puso y me hizo salir los ojitos para afuera.
Luego que nos deshicimos de los compañeros la Lola me gastaba que no podía haberme dejado coger por un negro como ese, aunque reía que el negro tenía una verga espectacular!
Fue ese el inicio de una amistad.
Pronto me presentó a su amigo Mauricio, un vago ESPECTACULAR, rubio de pelo largo, ojos claros, bonito rostro algo felino y muy creído de su belleza.
Mauricio, como yo no me tiré a tener algo con él, me tuvo respeto de inmediato y así la juerga siguió, como narraré luego.