lunes, 2 de marzo de 2009

CONCLUSIONES


En el post anterior puse a Mussolini, pues era un ejemplo directo de contacto entre el Lider y el Pueblo.
Contacto que bajo el influjo de las pasiones, bien alimentadas por una campaña, llevan a resultados funestos, como es claro ejemplo la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini.
Es por eso que no encuentro diferencias entre los contactos del pueblo con su lider, con las consultas populares que, a caballo de campañas orquestadas por la religión y su variente política, la derecha, buscan privar de sus derechos a parte de la población.
Debo rescatar los buenos comentarios a mi post anterior -el de Borges, enviado por Jacobo es increiblemente adecuado- de los cuales , especialmente Joac con la "dictadura de la mayoría" que me parece un concepto claro para desarrollar. Es el concepto yanki, donde la mayoría hace lo que le da la gana excluyendo a la minoría.
Un lamentable y trágico ejemplo se dio en Argentina de la mano de su Líder, Juan Domingo Perón.
Yo destaco y realzo lo hecho por Perón a favor de las clases populares, y su figura se aquilata en el tiempo pues los gobiernos que lo sucedieron, formados por dirigentes cultos e "inteligentes" salvo el caso de Arturo Illia, se caracterizaron por ir cada día un escalón más abajo llevando al pueblo directamente a la miseria en que se encuentra.
Perón hizo mucho por el pueblo.
Pero lo hizo sobre la base de la exclusión de la oposición a su gobierno.
Fue una auténtica Dictadura de la Mayoría, pues realmente contaba con la mayoría de la población.
Pero abarcaba todo, buscaba controlar todo, los dirigentes opositores eran silenciados, los medios de comunicación estaban en sus manos y llegó a detener a diputados.
Todo ello fue sumando a un clima que, cuando buscó controlar a la Iglesia -que era lo único que no controlaba- derivó en un estallido cívico militar, donde un 35% de la población que estaba real y absolutamente al margen de todas las políticas del estado, derrocó al gobierno.
Valga la lección de la historia, un 35% bien organizado derroca a un gobierno que a un año de su caída lograba en las elecciones mas del 62% de los votos.
¿En que creo entonces?
En una DEMOCRACIA PARLAMENTARIA donde el pueblo no delibere ni gobierne sino a través de sus representantes -como dice nuestra Constitución- para lo cual deberán seleccionar bien a quien se vota.
Un gobierno que dependa de la confianza de las cámaras, y que deba permanenentemente rendir cuentas ante el pleno de la Cámara de Diputados.
Es el el marco de la discusión sobre lo que conviene al país, en el marco del debate, donde, como en muchos países europeos, los Legisladores verán la conveniencia de reglar situaciones que se dan de hecho, como el Matrimonio Gay o la adopción. Decisiones que quizá no gustarán a los agentes de la oscuridad, refugiados en la Iglesia y los partidos de la Derecha, pero que demotrarán a la sociedad, ya en funciones, que el incluir siempre es un éxito.

1 comentario:

/ dijo...

Creo que va a pasar mucha agua bajo del puente hasta que se den cuenta del valor que tienen las minorías. Y no soy un tipo pesimista, simplemente soy realista.


BESOS