lunes, 9 de marzo de 2009

¡FIESTA DE DISFRACES!


El viernes por la tarde, al salir del trabajo, aún no tenía idea de como iríamos vestidos (recuerden que Gustavo se opone firmemente a los disfraces).
Así que salí sin rumbo con el auto pensando que lo mejor podría ser algo como las máscaras del Carnaval de Venecia.
Así que me fui directamente a una casa de cotillón (accesorios para fiestas) muy surtida.
Por suerte allí estaban, todo tipo de máscaras al estilo de las del Carnaval de Venecia.
Elegí una negra con pico muy clásica y otra de pirata. Con la capa del uniforme de gala de mi viejo iba a quedar sin dudas muy bonita.
Así que rumbeé para la casa de mi vieja, donde Gustavo estaría esperándome.
Cuande llego...¡Sorpresa!
Mi Pequeño Pony (que es como llamo a Gustavo cuando comienza a arreglarse sin ninguna prisa, y que surge de un caballito de juguete con pelo muy colorido que en la propaganda una chica peinaba y peinaba sin pausa ni prisa) ni tan siquiera se había bañado.
Así que ante mis bramidos partió al agua. Yo había estado trabajando y había ido de compras, el tiempo pasa y la fiesta era en Paraná, y la verdad es que no tenía yo ganas de andar corriendo con el auto para no llegar a los postres!!!!
Luego me fui a bañar yo. Salí y él se encontraba peinándose con toda displicencia y luego se fue a planchar su ropa (cosa que yo Jamás hago, pues la estiro rellenándola).
Yo opté por buscar la Capa.
Mi conservadora madre aún dispone de un aerosol de Raid Verde antipolillas que compró en 1978
Como era de imaginar la capa tenía dos agujeros notables producidos por las adorables polillas, generosamente hidratadas por el inocuo aerosol
Luego de señalar firmemente la conveniencia de adquirir un antipolillas nuevo, que no estuviera desnaturalizado, mi madre se dio a la tarea de coser los agujeros.
(Y sigue pasando tiempo)
Por suerte en estos menesteres estaba cuando mi Pequeño Pony apareció ya producido para la ocasión.
Me puse la capa y partimos. Nos encontraríamos con Darío y Julián el la estación de servicio del Wal Mart ya de camino.
La espera fue corta pero muy interesante: en una vetusta camioneta llegaron unos vagos a cargar gas. Uno era impresionante: cabello negro, tez bronceada, un físico totalmente marcado, esa piel oscura y esos músculos del pecho, abdominales, me pusieron loco. Tenía un cintura fina, una abultada entrepierna, linda cola, buenas piernas, una pinta de macho que llamaba en esa cara de vago pero de pícaro.
En vista estaba cuando llegan Darío, disfrazado de Monje, y Julián, de soldado. Conducía Darío.
Partimos por la ruta y pasamos por el Túnel Subfluvial, que aún hoy me impacta.
Llegados a Paraná me dirigí hacia la costanera, donde una multitud de vaguitos (mas oscuritos que en Santa Fe pero muuy apetecibles) paseaban.
De allí tome la subida del Parque Urquiza que nos llevó a una de las más bonitas zonas residenciales de la ciudad, pasamos frente al casino, al Hotel Howard Johnson Mayorazgo, y encaramos la avenida hacia arriba que nos llevaría a la zona de la Casa de Gobierno de la Provincia.
Yo me confundí de calle y tomé la paralela a la que buscábamos. Al darme cuenta dí la vuelta y cuando enfilaba a mi destino, para cerciorarme decidí consultar a un vago muy interesante donde quedaba mi calle de destino. El vago amablemente me respondió, pero alternativamente miraba la puerta y a mí. Tanto que me pregunté qué miraba, pues lo único raro en mí era la capa. Y como si le hubiera preguntado el vago me dice: tenés la capa agarrada por la puerta. Me reí, abrí la puerta, entré la capa y cerré.
Llegamos al estacionamiento de una prestigiosa institución cerca de la casa de gobierno, entramos y en el patio se desarrollaba la fiesta.
Bajamos, nos producimos, yo con mi máscara pirata, Gustavo con la de pico, y nuestros amigos ya ataviados.
Anibal, el del cumple, y su pareja Sergio nos recibieron. Hace tiempo que los conocemos y nos visitamos promedio cada seis años.
La Fiesta era animada: había de todos los disfraces y seríamos 35 personas.
De comer había carne feteada para hacer sandwiches con salsas, pizzas y empanadas. Vino y Cerveza.
Los gays seríamos un tercio, pero dominábamos. El resto era gay friendly, y entre las mujeres había más de una tan alocada y atorranta como nosotros.
Entre los viejos conocidos estaba la Pacha, un vago ya mayor, Licenciado, tremendamente loca y tremendamente divertido, con el cual Darío se ensañaba lanzándole todo tipo de invectivas que nos hacían reír.
Bailé con Darío, con la Pacha, con Julián, con Gustavo (con quien nos besamos reiteradamente en la pista de baile disfrutando de la libertad).
Tanto Aníbal como Sergio nos integraron, lo pasamos muy bien.
Lindos chicos no había, uno o dos pasables, pero no me importó pues veníamos casados.
Brindamos con Champagne y comimos la torta.
Luego vino el espectáculo: un stripper morochito, musculoso, lampiño.
Darío, Julián y Yo estábamos de coro aullando. Gustavo aparte, censurándonos. La Pacha participando en el medio.
Luego del espectáculo siguió la fiesta hasta que a las 5 de la mañana decidí volver.
Llegue a casa a la 5:55 y me desperté a las 7:05 o sea que dormí una hora y diez minutos, tras lo cual me fui a trabajar.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Quiero mas Fiestas Así!!!!!!!!!!!!!!!!

6 comentarios:

BRILLI-BRILLI dijo...

Me ha dolido eso de dormir una hora e irte a trabajar,yo no puedo hacer esas cosas,me estoy haciendo viejo..
Besos

/ dijo...

Veo que tenés un espíritu festivo envidiable, y un aguante!!!
Mis amigos suelen hacer fiestas de disfraces durante todo el año (recordá que yo soy muy gustavista)y realmente voy por que no me queda otra y si no se enojan.

Espero que ya hayas descansado.

BESOS

Unknown dijo...

Yo también quiero una fiesta así. Pero para eso primero necesito una pareja, sino no tendría mucho sentido.

Tal como van las cosas no estoy ni cerquita de tener ninguna de las dos cosas: ni la fiesta ni la pareja.

Salu2

PABLORE dijo...

Para Brilli Brilli, yo estaba como vos hasta hace un año y medio cuando comencé a salir nuevamente. No parece pero me renovó completamente.
En cuanto a tí Jacobo, te pareces a mí cuando comencé, sensato, comprometido, pensante. Falta que te sueltes. Ni a tí ni a mí nos van a lapidar por hacer la nuestra.
Creo que cuando te sueltes un poco tendrás fiestas y pareja!!!
Stanley, me gustaría que mis amigos las hicieran no cada seis años!!!!

/ dijo...

Muchas gracias Pablo, por el comentario que me dejaste, tu generosidad no sabe de límites.

Un beso enorme.

Anónimo dijo...

jaja, sabia q habia una fiesta de disfraces por ahi....me la perdi!. me causo gracia lo de la costanera... y la verdad q bueno q tengas tanta onda para salir, hay gente q antes de los 30 ya se rinden jajaja. Un gusto leerte nuevamente (hace rato no entraba, habia perdido la dire con el cambio de browser) ahh, y no dejo de hacerme una imagen mental de como sos? algun dia pondras una foto?. un abrazo! Marcelo