lunes, 16 de marzo de 2009

ALMANAQUE MUNDIAL 1978


Este fin de semana conseguí en el Trueque una edición bien conservada del Almanaque Mundial 1978
Esta mini enciclopedia, que habrá llegado a mi casa traída por mi padre por 1982 o 1983, consolidó mi gusto por la Geografía.
Siempre, desde chico, tuve curiosidad por conocer la historia, particularidades y geografía de los países del mundo.
Esta edición contaba con todo lo que mi curiosidad y la de mi hermano podía preguntarse. País por país, nombre, ciudades, geografía, gobierno, historia, salud, economía, comunicaciones.
Dicen que la inteligencia, el aprender, proviene de la curiosidad.
Yo puedo recordar como, con avidez, mi hermano y yo explorábamos allí todo, hasta datos estadísticos aburridos como fijarse si Argentina figuraba en las Tablas de Producción mundial de aceitunas o molibdeno.
Y no solo eso, sino también un dossier sobre animales extinguidos o en riesgo, de lo cual recuerdo al Dodo de la Isla de Mauricio, ave grande extinguida.
Astronomía, deportes, distintos artículos que hicieron que esa edición en mi casa a poco andar realmente se fuera deteriorando por el uso.
Obvio que luego comenzamos a comprarlo.
Pero el haber podido adquirir uno, tan cuidado como lo estaba el original cuando llegó a mi casa fue una grata sorpresa y me trajo a la mente estos recuerdos que explican por qué uno, frente a los demás, tiene esa imagen de saber tanto de todo: porque uno ha leído de todo.

2 comentarios:

/ dijo...

Es que uno no es conciente de todo lo que aprendés, leés, te informás, y llega un momento en que descubrís que tenés una base cultural muy importante, y generalmente surje cuando te reunís con gente interesante y te ponés a charlar.

BESOS

Unknown dijo...

mmm... yo también era adicto a algunos almanaques, aunque lo admito, yo crecí cuando ya comenzaba a existir la enciclopedio encarta. Y encarta mata almanaque. ¿O no?

Salu2