lunes, 22 de diciembre de 2008

SIN TIEMPO DISPONIBLE


Parece que el fin de semana se desatara un ritmo enloquecedor, terrible. Los acontecimentos, sucesos, necesidades se multiplican al infinito.
Todo arrancó el viernes en casa de mi vieja. Terminamos tarde pues llegó para las fiestas mi cuñadas y sobrinos. Mi ahijado esta espectacular, viene creciendo bien y esta hecho todo un señorito.
Los busqué y fuimos de mi vieja.
Llegue de vuelta a la 1.45. A las 4.00 estaba despierto pues Gustavo entraba temprano.
De allí volvì a casa, dormì 45 mintos y busque a la hermana de Gustavo para que limpie y fui a mi trabajo.
Ese mediodía había despedida de año en mi trabajo, asado y cerveza.
Pasado el mediodía volvi a casa y estaban cambiando el techo al quincho. Techo de paja, que brinda una buena aislacion termica y dura como ocho años (que es lo que duró) y ahora hay que cambiarlo.
Dormi hora y media. Me levantè y nos cambiamos, arreglamos, perfumamos pues mi adorable y ultra bellísima sobrina culminaba sus estudios.
Partimos a buscarlas, previa detención a comprar una tarjeta de memoria de 4GB para la cámara, que son como las de los celulares!!! Se le coloca en un adaptador y van a la camara. Llegados a casa de mis viejos me puse saco, corbata de seda. De diez.
Llegamos al estadio cubierto de nuestros archi enemigos futbolisticos. Debo reconocer que sigue bien mantenido.
Enormes climatizadores hacian respirable el aire.
Fueron ingresando por cursos y la verdad que había una nube de egresados divinos, unos potros!!!
Mi sobrina se destacaba entre todos! Tal es su belleza!
Como a las cinco huimos, ya que Gustavo no queria bailar.
El domingo me levanté re temprano víctima del hígado. Luego de tomar pastillas para sobrevivir conseguí dormir.
Al despertar era el Armagedon. La mugre del quincho viejo se había extendido convirtiendo a la casa en un páramo.
Busqué comida para los trabajadores y cuando me iba a sentar me llama Jirey que el hermano de su pareja había fallecido en un accidente.
Chau comida.
Partí con el y dos amigos rumbo al pueblo más al norte del mío.
Cumplido el propósito volvimos muy amargados.
A los constructores del quincho les sobraban paneles de un tipo y les faltaban del otro.
De allí partimos a la zona de la costa en mi destartalado 504 cargados.
No han terminado. Me quiero morir.
Pasé por el super de vuelta y busqué las frutas secas indispensables para mi en las fiestas.
Llegué y Gustavo, destruido, había logrado limpiar el caos.
Agotado cene, me bañe y me fui a dormir.
CLARO NO ANDA MALDITA INTERNET
Y hoy lunes estoy muerto!!!!!!!!!!!!!!

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