CONSEJOS

Julián me había comentado la otra vez que veía su relación de pareja como lejana y deteriorada.
Como tengo buen diálogo tanto con Darío como con Julián, pues es una pareja con la cual prácticamente nos “hicimos juntos” principiando en la convivencia, lo pensé bien y le hice una serie de reflexiones.
La Primera era que Darío era el que llevaba adelante todo el esfuerzo en la pareja, trabaja, paga auto, paga casa y toma todo tipo de trabajo extra para poder hacer frente a los gastos.
Eso redunda en una falta de sueño crónica, por ende en un humor de los mil demonios.
Para ser más gráfico le hice pensar como se levanta él cuando duerme mal, y que carácter tiene en ese momento, luego que trasladara eso a Darío.
Y aunque no genere gastos directos, cada vez que salían Julián era bancado por Darío, además vive en otra ciudad, así que moverse hasta allá también implica gastos.
Obvio que teniendo casa Darío su lugar era allí, con su pareja, pero no era posible si no trabajaba.
Y así se lo dije: repartí currículums por Santa Fe, conseguite un trabajo y lo demás se dará solo.
Ni soñé que fuera a oir mi consejo.
Pero lo escuchó.
Darío es genéticamente fatalista, siempre tiende a creer que todo va a salir mal, a diferencia de mi actitud que es que todo va a salir bien.
Pero pese a la mala onda Julián persistió y consiguió trabajo.
Un trabajo modesto y mal pago, pero una buena oportunidad de tener referencias. Un buen comienzo.
Y obvio que todo se va allanando.
Me dijo que van a convivir.
Y la verdad es que mi pequeña intervención con los consejos se vio premiada.
Espero que mis amigos puedan comenzar un camino de progreso juntos.