FIN DE SEMANA

Mis turbulentas actividades de la semana culminaron el viernes cuando me encontré al mediodía con Lautaro que tiene ese afan, ese deseo hacia mi que hace que cuando vamos a comenzar ya esta duro como la roca. Nos perdimos por el auto en la carretera y bajo la sombra de unos añosos árboles me penetró con ese gozo y deseo que tanto me gusta.
Aun ahora sigo pensando que será lo que ocurre, si sera el calor, porque la verdad que si bien comencé la dieta sigo bastante gordo, y sin embargo despierto esas pasiones... la verdad me tiene desorientado.
La cuestion es que decidí pasar un fin de semana tranqui de vida familiar.
Pero no fue asi.
El viernes por la noche tuve la despedida de año del trabajo. No me habían dicho nada hasta último momento, porque varios tenian problemas. Al final se hizo.
Nos fuimos a un pueblo cercano, donde preparamos un asado y gracias al calor reinante consumimos cantidades impresionante de cerveza.
Volví el sabado como a las cuatro de la mañana a casa.
Obvio que Gustavo pensaria, sin fundamento por cierto, que yo venía de una orgía. Nada que ver.
A las seis y media, dos horas despues, me levante para buscar a la hermana de Gustavo que nos limpia y ordena la casa. No sabía ni como me llamaba, se me había secado la garganta, en síntesis estaba hecho un bofe.
Aun asi la busqué y luego partí a mi trabajo, donde antes de sentarme para no levantarme mas me cercioré que estaba toda la tropa, sino debería llamar para despertar a alguno. Por suerte estaban todos.
Como a las diez de la mañana pase el umbral del sueño.
Fui al mediodía y busque a Gustavo y a su hermana y fuimos a comer de mi suegra, tras lo cual con un día frío y ventoso, en total contraste con el viernes, nos fuimos al trueque, que es como una venta de garage.
Como amenazaba llover había poca gente y puestos pero compramos un florero antiguo que quedó espectacular en la mesa del comedor. Y yo los slips sintéticos que tanto me gustan.
Volví a dormir por fin.
Y esa noche tuve la velada romántica con Gustavo, hacía frio y teníamos el domingo por la mañana la primera comunion del hijo de un pariente de Gustavo, asi que estuvimos en la camita disfrutándonos uno al otro, yo primero de activo, y luego de pasivo, sin prisa pero sin pausa.
El domingo, notoriamente recuperado partimos rumbo a la ceremonia, que un cura entusiasta hizo durar más de lo previsto, tras lo cual pudimos huir del lugar.
Se habían jugado con asado, lechón, buen vino y champagne, con lo cual los festejos se extendieron en larga sobremesa.
Yo agotado volví a dormir a casa, pero me levante con deseos de seguir haciendo relaciones públicas.
Así que aprovechando que Darío y Julián estaban en la ciudad nos fuimos de ellos a comer unas hamburguesas caseras que yo tenía en el freezer.
Aprovechamos para ver otra de las pelis que yo descargué de internet. Es increible la cantidad de películas buenas que hay disponibles en descarga directa sobre el mundo gay.
Pero esto sería motivo de otro post.