miércoles, 26 de noviembre de 2008

RETORNO


El lunes llegó mi vieja de la ciudad de las ballenas, donde estuvo de visita en casa de mi hermano. Como es inevitable en estas ocasiones nos reunimos a cenar.
Además de lo que clásicamente acompaña a la cerveza esta vez trajo paté de ciervo con hongos, una salsa de salmón rosado y un chocolate en barra que mi hermano trajo de Europa.
Obvio que con el calor que hace nos comimos y nos tomamos todo!
Y mientras volvía con el auto recorriendo los largos 30 km que me separan de la casa de mi vieja pensaba lo contradictorio de las cosas.
Porque, la verdad, con Gustavo estamos muy bien.
Atravesamos momentos tranquilos y románticos sin nubes en el horizonte, con la excepción de que yo no puedo estarme quieto.
Asi que el martes a la noche estuve nuevamente con Keirin, como lo tenía planeado.
¡Sorpresa! ¡El muchacho juega al futbol! Cayo con su short y remera, recien bañadito.
En su rol pasivo me llevó a los cielos.
Fue la primera vez en años que contuve para no acabar.
Cuando terminé quedó fascinado lleno de mi leche besándome y acariciándome, lo cual yo correspondía.
Quería verlo el jueves pero no podrá ser, tiene partido, y obviamente no va a ir a jugar luego de una sesión intensa de sexo.
Yo le dije que no se hiciera problemas, y fijamos otro día.
Me gusta eso de que desarrolle una actividad como el fútbol, y se lo hice saber.
Asi que veremos como continua esta historia.
De regreso a casa no tuve remordimientos, y estuve con Gustavo muy cómodo. Cenamos con este calor fuera, disfrutando de una brisa que hacía pasable la cosa mientras el acondicionador de aire refrescaba la habitación, para estar bien descansados ya que hoy tenemos un día pleno de actividad.

3 comentarios:

Jeremías dijo...

Acabo de descubrir el blog. Voy a empezar a leerte. Un beso

Alan Afuera dijo...

Como te envidio!!!!

PABLORE dijo...

Y sin embargo sigue dentro mio una lucha por ver que hago. No quiero abandonar mis actividades y por otro lado pienso que no debo. Que situación!