Anoche, que hacía un calor mas que notable (¡no quiero ni imaginar lo que sería la ciudad, por favor!) luego de una cena liviana con Gustavo noté que la idea de irnos a la pileta tenía otras implicancias.
Y el agua es como que revive, vivifica, además de permitir todo género de posturas que la gravedad habitual harían imposibles sobre una cama
Así que excitado por la idea fui en busca de la vaselina sólida, que es el único lubricante razonable para el agua, porque sabrán que el agua no es precisamente el mejor medio en cuanto a eso.
Pero con la vaselina Gustavo fue penetrado fantásticamente.
El estaba audaz, pero yo algo preocupado pues no hay un cerco muy tupido, o sea que se puede ver desde algún lugar.
Y como yo soy cual actor porno, que necesito dar y dar y dar para finalmente acabar, lo puse en todas las posiciones imaginables hundiéndome con placer en él hasta que al final en la clásica postura de espaldas a mi y con la colita parada comencé un vaivén de ponerla y sacarla que fue eliminando la lubricación y me llevó al clímax cuando lo penetré a tope y acabé con fuerza llenándolo de mi renovado esperma.
Luego de recupararnos un poco me tocó a mí. Pero Gustavo es más rapido y estaba caliente así que pronto recibí yo su descarga.
Y así nos quedamos en el agua luego, hasta arrugarnos y al salir con el vientito teníamos frío, lo cual hizo que nos durmiéramos placenteramente sin recurrir al aire acondicionado.
1 comentario:
Que suerte la de los vecinos!!! jejej se hicieron un festin!! saludos
Alan
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