LA VIRGEN DE LOS SICARIOS

Hoy voy a comenzar a comentar la película "La Virgen de los Sicarios", que me impactara profundamente cuando la ví por primera vez, y que no me he cansado de mirar.
Esta película fue algo completamente inesperado para mí.
Recomendada por un amigo "hetero" yo, desconfiado como soy por naturaleza, y con esa recomendación, sospeché que se trataba de un bodrio.
Así que conseguida, me senté a almorzar mientras la mirábamos con Gustavo.
Debo confesar que el enfrentamiento frente a la casa natal de Fernando Vallejo fue el momento mas impactante de la primera parte, porque nunca dejó de impactarme.
Pero fue algo tan real, como si hubiera ocurrido en el comedor de mi casa.
Me quedé pasmado.
Impresionado.
Me cortó el almuerzo.
Me hizo reflexionar mucho.
Una película que es un producto 100% GAY
Pero a la vez que narra una historia impresionante.
Y es que surjen identificaciones por todas partes.
La Argentina venía de una época trágica, en la cual el trabajo era menospreciado, el trabajador infra valorado.
Conocedor como soy yo de los barrios pobres veía los modelos que la sociedad forjada por Menem y De la Rúa ofrecían:
- el trabajador, con jornadas que de ocho pasaron a diez, y de diez a doce horas de labor por un salario miserable de subsistencia
- el resto, mas de un 30% sin trabajo, subsistiendo de algún plan del gobierno

o

El fiolo (proxeneta), el ladrón, el traficante: estos tres modelos vivían todo el día descansando, sin hacer nada, y luego celebraban con asadores de carne enormes y repletos, cajones de vino y cerveza, es decir que se daban la gran vida sin hacer nada frente al pobre trabajador que quedaba a vista de todos como un tonto.

Entonces mi sociedad estaba en camino a la tragedia que describe la película.
Porque los latinoamericanos somos muy parecidos hasta en el destino.
O sea que la realidad que pinta esta película en Medellín no es una realidad ajena, que no duela, era una realidad concreta, que estaba (¿0 esta?) a la vuelta de la esquina para los argentinos.
Pero las identificaciones siguen y fueron y son muchas.