martes, 30 de septiembre de 2008

LA BALANZA DEL BIEN Y DEL MAL


Es un tema de Alejandro Lerner que estaba de última moda cuando en segundo año viajamos con el Colegio a Salto Grande a ver la represa.
En un moderno radio grabador pasábamos ese cassette una, otra y otra vez mientras el colectivo con ventanillas abiertas cruzaba la provincia de Entre Rios en la oscuridad previa al alba.
"Quien maneja la Balanza del Bien y del Mal, quien permite que despierte o que muera quizás" era la frase que nos convocaba.
¿Como era yo en esa época, en segundo año, con catorce años?
Era yo indudablemente.
Con mis valores y mis frenos.
¿Ya era gay?
No lo sabía, pero si de algo estaba seguro era de que me atraían los hombres.
¿Que me detenía?
La época, mi formación.
Contrariamente a lo que se pudiera pensar, mi viejo, si bien era religioso y descendiente de italianos, ademas de Piloto no influyó tanto en los valores.
Yo salí a la familia de mi vieja.
Familia vieja, arraigada, con su renombre, profundamente católica, conservadora y muy apegada a la Patria.
¿Lamento esa formación que impedía que yo me desarrollara como gay?
No, no la lamento.
Era yo y éramos todos así.
Había escala de valores comunes, de los buenos y de los malos.
Los buenos: respetábamos, nuestros padres nunca nos defendían de las autoridades del colegio, si nos amonestaban estaba bien, no nos "DABAN TODO" nos hacían ganarlo. Fuimos Rebeldes: con sentido, sabiendo lo que queríamos, con una Causa.
¿Lo de hoy esta mal?
PARA NADA. Los jóvenes siempre seran Rebeldes. Malo: la falta de respeto, el apañe idiota de los padres que no corrigen, el resultado: malo, fracaso asegurado para los hijos, pues fuera nadie te apaña y al jefe debes respetarlo.
Lo malo: la idiotez sexual, un divorcio ya era un escándalo. Montones de idiotez y basura mental.
Pero lo pasamos.
NOS REBELAMOS.
LUCHAMOS Y VENCIMOS.
En esa batalla vi a mi primo llegar con su pareja en año nuevo de 1988. Mi tío, el hermano preferido de mi madre dijo algo inconveniente.
Y mi vieja, para mi sorpresa lo puso en vereda.
Y ahí supe que sería posible.
Y en el 2000 año ideal, plantamos los palos del Quincho con Gustavo.
Y blanqueamos de hecho una relación de pareja, sin decir nada a nadie, solo mostrándonos tal cual somos.
Y mis compañeros hicieron cada cual sus historias, en su onda. Pero cuando nos encontramos somos lo mismo, no hemos cambiado. Somos tan originales y sinceros camaradas como siempre.
Quería rememorar estos hechos para recordar que el camino es largo, pero se puede, no hay que dudarlo, SE PUEDE SALIR ADELANTE, LA ENSEÑANZA ES QUE ESA BALANZA SE INCLINARA SEGUN PONGAMOS NOSOTROS ELEMENTOS EN EL PLATILLO.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta todo bien... pero... como sabes como son las cosas... q vas poniendo... en cada platito de la balanza...??? y si te equivocas... y la vida no te pasa factura hasta dentro de unos cuantos años...??? como haces para cambiar algo q creias q funcaba bien...??? no es nada facil eh...??? ya se... mi viejo lo usa como caballito de batalla... a eso de la vida... pero el tiene 60 años... y ya debe saber como es la formula... pero y yo que estoy aprendiendo... como se hace para no fracasar... y despues querer cortarte las venas... con una pluma...??? jaaaaaaaa... chauuuuuu...!!!