jueves, 21 de agosto de 2008

ASI SOY, QUE LE VOY A HACER!


Bueno, finalmente el fin de semana largo me deparó grandes satisfacciones. Como era de esperar salió todo al revés de lo que pensaba.
En realidad mi suerte comenzó a cambiar creo que el jueves, que hacía un calor insólito para estar en invierno. Yo estaba haciendo trámites en el centro y un mensaje a mi celular me decía que uno de los morochitos que conocí andaba con ganas...
No lo pensé ni medio minuto. Pasé por donde estaba y partimos a una zona rural donde lo pasé espectaculamente bien, detuve el auto en una arboleda me prendí al pete y al toque tirados los asientos lo tenía al vaguito sobre mí pegándome una feroz cogida y yo abajo gozando como un atorrante que soy.
Mientras el vaguito me sacudía con todas sus ganas y yo la disfrutaba me decía para mis adentros que no cambio más, y así es, no cambio más. Así que a diferencia de otras veces que me atacaba el remordimiento, esta vez volví contentísimo.
Como los días del fin de semana eran lindos optamos por quedarnos con Gustavo en casa.
Fuimos a una feria a comprar algunas cosas para la casa, yo empecé a lijar el portón del garage para pintarlo (se nota que se hacer muchas cosas?)
Bajé por internet la serie Queer as Folk que esta sencillamente ESPECTACULAR y motivados por las muy sensuales escenas de la serie pasamos unas noches de pasión arrolladora.
El Domingo nos fuimos de saludo por las casas de las hermanas de Gustavo, hacía frío así que volví, continué con el portón, que va quedando espectacular y ni cenamos, tomamos un café con leche. De allí a la cama y vuelta a encender el fuego.
El lunes invité a mi vieja y a mi tío. Hicimos medio lechón a la parrilla. El clima estaba agradable, y Gustavo se hizo una carne (Gustavo no come lechón). Conversamos de todo y realmente fue una de esas jornadas memorables, donde uno conversa, recuerda, opina y acuerda en familia, fue el tipo de reunión que siempre le gustaba a mi viejo, y la verdad es que desde el cielo nos debe haber sonreido.
Uno no debe nunca alejarse de las personas a las que quiere, porque son estos momentos que se viven en conjunto los que quedan en nuestra memoria y los que volarán con nosotros.
El lunes a la tarde y el martes a la mañana no tenían ese toque depresivo de los domingos y los lunes, los vivido, tan intensamente, iluminó como nunca mi comienzo de semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Che q ironia la de Gustavo...!!! no come lechon... pero le gusta la carne de chancho...??? jaaaaaaa... chauuuuuuu...!!!

Pd. no se alla... pero aca se le dice 'carne de chancho' al q tiene relaciones gays... ;)