martes, 14 de octubre de 2008

CONTRADICCIONES EVIDENTES


Durante la escuela secundaria mi participación como dirigente estudiantil y Presidente del Centro de Estudiantes sirvieron de verdadero muelle de contención a mis inclinaciones.
Por más que yo fuera una olla a presión.
¿Pero podría decir que fui yo solo el único que vivía a pajas durante la secundaria?
Sin dudas que NO.
Todos mis amigos heteros vivían a pajas también.
Cuando lo pienso me causa mucha gracia, era tan represiva nuestra mentalidad que el índice de virginidad al finalizar el quinto año de la escuela era nada más y nada menos que superior al 90%
Vale decir que no era yo.
Eramos todos.
Yo tenía claro que en la escuela nada.
Y tuve la posibilidad cuando tenía dieciséis.
Durante el viaje de verano a Colón, provincia de Entre Ríos.
Ya iba decidido.
Y esa noche me fui a la costanera. Hervía.
Pero el candidato que apareció tendría más de cuarenta años.
Así que salí huyendo.
Y no tomaba la decisión de lanzarme en Santa Fe.
Seguía dando vueltas.

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