martes, 25 de marzo de 2008

DE CAMINO


Principiamos nuestro viaje junto a mi vieja y Gustavo como a las dos de la tarde, salimos de Pueblo Alto rumbo al sur.
Gustavo y yo lo vivíamos como una segunda luna de miel, y no dejábamos de hacernos caras y sonrisas, siempre dentro de la discreción que siempre nos caracterizó en compañía de nuestros padres.
No es que ellos se molesten, para nada en el caso de mis viejos.
Yo nunca les dije que Gustavo era mi pareja. Pero siempre les dije que cuando yo presentara a alguien esa persona sería importante, y así fue, cuando presente a Gustavo.
Todo entre nosotros está en claro, lo que nunca hice fue decirlo, simplemente lo hice.
Hace ya casi dos años, con mi viejo y mi vieja, nos fuimos a Villa Dolores, cerca de Mina Clavero, en traslasierra, Córdoba. Alquilamos una casita, con una cama matrimonial y dos separadas.
Cual no fue mi sorpresa cuando mi vieja me ofreció que ocupáramos la pieza matrimonial, "total ellos estaban ya lejos de esos temas" alegó.
No pude más que reírme.
Le dije que no, y le agradecí el ofrecimiento.
Total nosotros nos las arreglamos bien en cualquier parte (cosa que no le dije, je, je!)
Así que luego de un cómodo viaje por a autopista comenzamos a pasar por los pueblitos, Perez, Zavalla, Pujato, luego ciudades como Casilda, Firmat, Venado Tuerto y Murphy.
Campos y campos sembrados, el paisaje de nuestra pampa productiva, henchida de semillas, y yo que como un profesor señalaba con orgullo a Gustavo la riqueza del campo argentino.
Ya llegada la noche pasamos por General Villegas y llegamos mas tarde a Trenque Lauquen.
Siempre con mi viejo parábamos allí. Fuimos al mismo hotel, frente a la Plaza Principal y tras bañarnos nos fuimos a caminar hasta un bonito bar que en fines de semana oficia de pub.
Nos sentamos allí a cenar mientras Gustavo y yo disfrutábamos de las bellezas locales, ya que en la zona rural de Buenos Aires, como en Santa Fe, la mezcla de razas ha dado como resultado un tipo de muchacho que es realmente lindo. Mientras observábamos a los potrillitos locales (cuantos chicos lindos!!!!!) y asentíamos entre nosotros en complicidad, cenábamos en un clima agradable.
Trenque Lauquen es una ciudad que se caracteriza porque las calles son boulevards, con canteros arbolados en el medio. Es una ciudad hermosa.
Agotados y alegres luego de la buena cerveza, nos fuimos luego a dormir.

No hay comentarios: